Thursday, November 11, 2010

Se necesita amor y paciencia

Este "Mes del Cuidador" es un buen momento para evaluar las necesidades de estos ciudadanos y crear servicios que los ayuden.

por Mildred Rivera Marrero de El Nuevo Día

A sus 52 años Elba Iris Torres trabajaba en una biblioteca escolar, pero tuvo que acogerse a un retiro temprano porque a su esposo, Oscar Ramos, entonces de sólo 55 años, le diagnosticaron Alzheimer.

De eso van 15 años.  Confiesa que han sido unos años bien difíciles porque no sólo el trastorno neurológico ha cambiado la personalidad de su esposo -- quien experimenta súbitos cambios de humor -- sino que sus finanzas han sufrido debido a los altos costos de los medicamentos (Aricept cuesta $325 al mes y Namenda $256).

Además, se ha afectado su salud porque ha dejado de cuidarse.  Lo más reciente fue que rebajó 29 libras de peso, de las cuales ha logrado subir seis.

Y es que es un trabajo que no tiene fin.  Lo cuida de día y de noche, cuando no puede dormir.  Se lo lleva a todas partes porque no tiene a quién dejárselo.

"Es como un niño que tú le diriges la vida", dice la mujer, quien es una de las miles de cuidadoras informales -- que dan sus servicios sin paga -- que hay en el país.

No obstante, Torres asegura que "lo que se necesita es amor y mucha paciencia.  Cuando veo que mi paciente tiene un poquito de coraje lo abrazo, lo beso y lo peino".   La carolinense afirma que su actitud positiva, el apoyo de su familia, su fe en Dios y el grupo de apoyo de la Asociación de Alzheimer al que van semanalmente, le ayudan a enfrentar la responsabilidad.

La situación de Torres se repite en miles de hogares en Puerto Rico y Estados Unidos.

Los números son abrumadores.  Unos 65 millones de estadounidenses cuidan a un familiar, según estadísticas del 2009 discutidas en un conversatorio celebrado por AARP y Care Givers de Puerto Rico en el que se presentó la proclama de noviembre como el Mes del Cuidador.

Si a los cuidadores informales se les pagara por su trabajo, habría que desembolsar $375,000 millones, según estadísticas de Estados Unidos citadas por la consultora en Recursos Humanos, Wanda Lugo.

Esos cuidadores son, en su mayoría, mujeres de mediana edad que dedican unas 20 horas semanales a ese trabajo.  Entre los cuidadores se cuentan los que cuidan adultos mayores, personas incapacitadas y, en un gran número, pacientes de Alzheimer.

Aquí, la mayoría también son mujeres, de 62 años, en promedio; hijas o esposas de la persona a la que protege, con un ingreso promedio de $15,000 anuales, proveniente del Seguro Social en gran parte de los casos, según un estudio de la Oficina de la Procuradora de las Personas de Edad Avanzada del 2009.

A usar el Medicaid

La situación que enfrenta esta población -- que cada vez será más numerosa -- amerita que el Gobierno desarrolle una política pública integral para atender, no sólo a las personas de edad avanzada, sino a sus cuidadores, afirma el director de AARP en Puerto Rico, José Acarón.

Ese plan debe incluir:  el desarrollo de programas de cuido de adultos mayores en su hogar, como es la tendencia en Estados Unidos y Europa; y la capacitación adecuada, no sólo para los cuidadores formales -- los que se contratan -- sino a los informales, para que mantengan una calidad de vida el tiempo que cuidan a su familiar.

Para financiar y promover esos programas, el Gobierno debe utilizar parte del aumento que recibió en la partida de Medicaid con la Reforma de Salud del presidente Barack Obama.  Puerto Rico recibirá $5,700 millones más de aquí al 2019.

"Con esta alza de fondos, no vemos por qué razón no se empiezan a dar estos cuidados (en el hogar) como parte del Plan de Salud del Gobierno",  reclama Acarón.

Esto no sólo mejoraría la calidad de vida de adultos mayores y familiares, sino que crearía empleos.  En Estados Unidos, el sector de cuidado en el hogar genera 4.6 millones de empleos, el ritmo de crecimiento más grande en la industria de salud, indica Acarón.  En Puerto Rico, destaca, el Departamento de la Familia sólo tiene entre 1,500 y 2,000 amas de llave, y la necesidad es de 15,000.

"En esta crisis económica, esa es una oportunidad preciosa" para generar empleos, subraya.

El ejecutivo también señala que Puerto Rico podría acceder a los fondos que la agencia de Salud y Servicios Sociales (HSS por sus siglas en inglés) otorga a estados o jurisdicciones que crean innovadores servicios de cuidado en el hogar para esta población.

[tomado de El Nuevo Día, 7 de noviembre, 2010, páginas 84 - 85]