Sunday, August 20, 2017

Alzheimer y las implicaciones para las relaciones familiares

Incluimos aquí algunas notas de la presentación del pasado 20 de mayo que nos hiciera la señora Socorro Pastrana.


Introducción

       El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, es progresiva y es irreversible.
       Ocasiona la destrucción progresiva de las capacidades intelectuales y físicas.
       Su causa es aún desconocida.
       El desarrollo de la enfermedad transcurre en varias etapas.

Los factores de riesgo para padecerla son:

       Ser mayor de 60 años, historial familiar, sedentarismo
       Sufrir diabetes, depresión, alto nivel de colesterol, alta presión arterial, sufrir trauma cerebral

La enfermedad de Alzheimer produce un grave deterioro en la vida de la persona, teniendo repercusiones sobre el área personal, familiar y social de la persona diagnosticada de acuerdo a la etapa que atraviesa la persona.

Primera etapa

       Dificultad para manejar el dinero y pagar cuentas
       Perderse en lugares conocidos
       Repetir preguntas y conversaciones
       Le toma más tiempo el completar las tareas diarias normales
       Juicio deficiente
       Cambios en el estado de ánimo y en la personalidad

(Con frecuencia en esta etapa surge el diagnóstico)


Segunda etapa

       Pérdida de memoria y confusión aumentan
       Pueden presentar problemas para reconocer familiares y amigos
       Se les dificulta aprender cosas nuevas, realizar los pasos de una tarea
       No pueden enfrentar situaciones nuevas
       Pueden tener alucinaciones, delirio y paranoia
       Comportamiento impulsivo

Tercera etapa

       No pueden comunicarse
       No reconoce a sus familiares
       Posiblemente dificultad para ingerir alimentos (gastrostomía, nasogástrico)
       Estará en cama la mayor parte del tiempo
       Dependen totalmente de otras personas para sus cuidados



Algunas razones para conflictos familiares

Cuando un miembro del núcleo familiar es diagnosticado con Alzheimer:
       Miedo, la tristeza, la impotencia, la ira y la confusión pueden generar tensiones.

       El alto costo de los cuidados de la persona enferma.

       La conducta problemática y sintomatología negativa del enfermo de EA

       Enfermedad es cada vez más compleja.

       Pérdida de un ser querido, saben que es un proceso muy doloroso y difícil de sobrellevar.
     
Los roles de cada miembro de la familia deben ser adecuados al cuidado del enfermo.  Esto cambia drásticamente la estructura regular de la familia. 
       Se deben repartir responsabilidades para evitar el desgaste excesivo de un solo miembro de la familia (cuidadora/or).

Implicaciones en las relaciones familiares
       Generalmente, el conflicto familiar sucede motivado por desacuerdos en:
       la distribución de responsabilidades
       los recursos económicos existentes para llevar a cabo la atención necesaria
       la falta de tiempo de los integrantes para realizar sus ocupaciones.
Estas desavenencias precipitan el nombramiento de un cuidador principal, funcional, constante y desamparado que dedica todo su tiempo al cuidado del enfermo.

       La sobrecarga puede ocasionar situaciones de maltrato hacia el enfermo, tanto maltrato físico y psicológico hasta, el más frecuente, el abandono y el descuido seguido de la apropiación ilegal de la propiedad o maltrato económico.
       El cuidador principal puede pensarse irremplazable, limita todas aquellas ayudas desinteresadas provenientes del exterior. Se niega a pedir ayuda en casos necesarios, y desata uno de los factores más importantes de la sobrecarga del cuidador (quemazón)
       Si no se logra sobrellevar esta enfermedad adecuadamente es muy probable que los miembros de la familia sufran una grave crisis.
       Cuando todos en su conjunto son incapaces de dar una respuesta adecuada, puede ocurrir una crisis de claudicación familiar. 
       Esta puede reducirse a un episodio momentáneo, temporal o definitivo, manifestado por el abandono del paciente.
Crisis de claudicación familiar
       La incapacidad de sus miembros para ofrecer una respuesta adecuada a las múltiples demandas y necesidades del enfermo/a.
       Esta se refleja en la dificultad de mantener una comunicación positiva con el paciente, entre los familiares y el cuidador.

Cómo manejar los conflictos y evitar la crisis
       Educar a la familia sobre la enfermedad y buscar apoyo profesional
       Aceptar síntomas del paciente, su deterioro progresivo y dependencia.
       Cuidar al paciente, responder a sus necesidades físicas y emocionales.
       Propiciar la unión de todas las partes para lograr un vínculo interactivo (afectivo, comunicativo y emocional) de acuerdo a las necesidades del enfermo.
       Mantener sus relaciones con el mundo externo, para que el cuidado del enfermo no sea tan desgastador y los aísle de su entorno.

Prevención de la quemazón del cuidador
       “La competencia del cuidador es de suma importancia para la mejor atención del enfermo de EA, el cuidador debe tener los conocimientos y habilidades necesarios para la atención adecuada del enfermo, siendo substancial la calidad de la relación perpetuada entre ambos”. (Archbold, Stewart, Greenlick y Rabat (1990)
       Debe contar con el apoyo del la red familiar
       Distribución adecuada de las tareas
       Cuidar de salud
       Socialización